Entramos en un año trascendental para el transporte público. Ya falta menos de un año para que entre en vigor la Zona de Bajas Emisiones permanente dentro del ámbito interior de las rondas de Barcelona, así como para implementar refuerzos en la red de transporte público. Tendrá que hacerse efectivo el refuerzo planificado en la red de Metro y bus de TMB y del Metro del Vallès de FGC. Se tiene que definir, de una vez por todas, un refuerzo del servicio de Cercanías aprovechando las obras del nuevo acceso al aeropuerto, que deberían traducirse en una mejora de explotación para toda la red y no en perjuicio de su capacidad como pasaría con una “lanzadera” segregada.

También debe ser el año de ejecución de los carriles bus-VAO, empezando por el bus de la B23, y diseñando un plan de terminales en Barcelona que ordene el incremento de servicios Expres.cat y del Área Metropolitana.

Estas y otras mejoras necesitan recursos. Congelar tarifas eternamente y no desarrollar la ley de financiación del transporte público no es la mejor estrategia para encarar el futuro. Debemos avanzar hacia una nueva política tarifaria, favoreciendo la fidelización, así como generar nuevos ingresos para el transporte público.

También es un año trascendental porque se puede consumar la primera supresión de una línea de Cercanías en Cataluña de la democracia, afectando a miles de personas usuarias de las estaciones céntricas de Salou y  Cambrils. Exigimos que se mantenga el servicio de cercanías hasta que la transformación en tren-tranvía sea una realidad, siguiendo los pasos de otros ejemplos como la línea Alicante-Benidorm.

Este nuevo año tampoco nos echaremos atrás con la defensa de la interconexión de los tranvías por la Diagonal. También será un año para definir el proyecto del paso directo del tranvía por Laurèa Miró y del intercambiador de Ernest Lluch.

Desde este año también estará prohibida la circulación de bicicletas por las aceras de Barcelona, ​​acción necesaria que deberá acompañarse con más medidas de pacificación del tráfico de vehículos en las calles y protección de las aceras, también ocupadas por motos de forma impune.

En 2019 algunos usuarios experimentarán una sustancial rebaja de su transporte público integrado, ya que los municipios del Área Metropolitana de Barcelona que están en la zona 2, pagarán únicamente una zona en los desplazamientos internos de este ámbito.

Este año se inaugurarán las nuevas estaciones de Provençana y Ciutat de la Justicia en la L10 sur del metro, y la nueva línea ferroviaria entre Vandellòs y Vila-seca, que completará la duplicación de vía entre Valencia y Barcelona. También se tendrá que poner en marcha una nueva configuración de vías en la estación de Sants, que debe ser solo la primera de una serie de medidas para hacer más ágil y dar mayor capacidad en Cercanías.

En 2019 cerraremos los actos del 25º aniversario de la PTP. También es un buen año para hacerse de la PTP, el transporte público necesita activismo. Todos estos eventos y muchos más darán bastante carga de trabajo en la PTP.

Transportpublic.org/actua