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El servicio alternativo sufre importantes retrasos en las primeras semanas del corte, afectando la movilidad de los usuarios.
Los servicios sustitutivos de autobús se ofrecen de manera regular, pero las conexiones con el tren muestran una clara descoordinación.
Ha habido un descenso importante en el número de usuarios, que será difícil de recuperar cuando se normalice el servicio.
El pasado 1 de octubre comenzó el corte entre las estaciones de Sant Vicenç de Calders y Tarragona, lo que ha supuesto un cambio muy importante en el día a día de las personas usuarias de los trenes regionales del sur. Desde la PTP, junto con Dignitat a les Vies y Trens Dignes Ebre, hemos observado importantes desajustes y situaciones que deberían solucionarse de inmediato. Si bien entendemos que este es uno de los Planes Alternativos de Transporte (en adelante, PAT) más complejos de Rodalies hasta la fecha, durante estas últimas semanas hemos vivido una situación insostenible.
La alternativa ferroviaria, la principal perjudicada.
Los principales problemas que hemos detectado durante estos días han tenido su epicentro, por un lado, en los trenes Barcelona-Reus; por otro, entre Sant Vicenç de Calders y Barcelona. En el primer caso, los tiempos de viaje resultan ser mucho más elevados respecto a lo previsto en el horario, de tal manera que un trayecto inicialmente programado para 1 hora y 50 minutos (es decir, dos horas, ya con una penalización de unos 20 minutos más respecto a la situación antes del corte) pasa a realizarse en dos horas y media, o incluso tres horas. Estos tiempos de viaje hacen que la alternativa ferroviaria sea muy poco atractiva para las personas que realizan este trayecto.
En cuanto al tramo entre Barcelona y Sant Vicenç, no se están cumpliendo los horarios de salida publicados, especialmente en la salida de Sant Vicenç. Esto provoca que los viajeros que vienen del sur de Cataluña en autobús tomen el primer tren que va hacia Barcelona, que muchas veces resulta ser un tren de la línea R2 Sud, el cual efectúa parada en la mayoría de estaciones del recorrido. Esto hace que dichos trenes vayan mucho más llenos de lo habitual, especialmente durante la hora punta de la mañana, afectando también a los usuarios del resto de estaciones de la R2 Sud.
Aunque el servicio propuesto por el PAT ya suponía un empeoramiento significativo, aunque probablemente inevitable, los incumplimientos que describimos generan una experiencia especialmente negativa. Nos preocupa especialmente el impacto que esto pueda tener en la disminución del número de viajeros. El traslado hacia otros modos de transporte (principalmente el vehículo privado) no será nada fácil de revertir cuando el servicio se normalice.
Nuestras reivindicaciones.
Desde la PTP, la principal reivindicación es que se realicen actuaciones urgentes para garantizar los tiempos de viaje del servicio ferroviario entre Barcelona y Reus estipulados en el horario. Mientras tanto, es necesario asegurar una alternativa por carretera entre la capital catalana y la del Baix Camp mediante el aumento de la oferta de autobuses directos y la implementación del billete T-10/120, tal como se ha hecho desde el pasado martes para la conexión entre Barcelona y Tarragona.
Por otro lado, es necesario redirigir a los usuarios que realicen el trayecto Sant Vicenç-Barcelona hacia los trenes regionales, y no hacia los trenes de cercanías, especialmente durante la hora punta de la mañana, cuando se producen situaciones de hacinamiento en la R2 Sud. Para ello, es crucial garantizar que se dé prioridad a los trenes regionales que salen de Sant Vicenç en lugar de los cercanías, cumpliendo con los horarios establecidos en los horarios oficiales.
La problemática de los retrasos en las circulaciones desviadas también está relacionada con el régimen de circulación y la regulación de los trenes de mercancías. Dado que estamos en una situación anómala, solicitamos que esta regulación se realice con la mínima afectación posible para los trenes de pasajeros.
Reivindicamos también que el actual marco tarifario para los trenes regionales (abono recurrente) se mantenga para esta línea hasta el final del corte.
Finalmente, y como lección para futuros cortes, lamentamos que, antes de implementar el PAT, no se hayan realizado actuaciones de urgencia por parte del titular de la infraestructura en las líneas que debían servir como alternativa, con el fin de asegurarse de que estuvieran en las mejores condiciones posibles. Por el contrario, las actuaciones en la zona del Prat de Llobregat justo el fin de semana anterior al inicio del corte derivaron en nuevas limitaciones que afectaron gravemente a los trenes regionales del sur.
Recordemos que el motivo principal de las obras es facilitar el paso de los trenes de mercancías en ancho UIC, pero no aportarán ni mayor operatividad ni reducción de los tiempos de recorrido para los trenes de pasajeros. Los efectos positivos para los usuarios de los trenes regionales, que son quienes están sufriendo el corte, serán de importancia moderada y se limitarán a las mejoras en la fiabilidad gracias a la renovación de la infraestructura en el tramo entre Tarragona y Sant Vicenç de Calders.
Por este motivo, proponemos ya desde ahora que se implementen las siguientes mejoras en el servicio post-corte:
