La interconexión del Trambesòs y Trambaix avanza con la inauguración del tramo Glòries – Verdaguer.
Las luchas ciudadanas en apoyo al proyecto han sido decisivas para desbloquear un estancamiento político que ha durado décadas.
Ayer también se recuperó el tranvía de Valencia, afectado por las inundaciones de la DANA.
Hoy, 9 de noviembre de 2024, es un hito histórico para el transporte público del área metropolitana de Barcelona, no solo por la ampliación de la red ferroviaria, sino por la reconversión de una parte de la Diagonal a la movilidad sostenible, tras muchos años de lucha ciudadana.
Un éxito más de una larga evolución.
Llegar hasta aquí ha sido un proceso muy largo, más por lo costoso que ha sido la aprobación política que por la dificultad técnica o los costos de su construcción.
Los primeros estudios para unir toda la Diagonal, por parte de TMB (Transports Metropolitans de Barcelona); o para conectar uno de sus extremos con varios municipios de la comarca del Baix Llobregat, por parte de la EMT (Entitat Metropolitana del Transport, embrión de la actual AMB), datan de finales de los años 80 y principios de los 90 del siglo pasado.
En 1996, la EMT y TMB, entre otros, organizaron una «prueba piloto» del tranvía de la Diagonal, un tranvía demostrativo de 650 m en vía única entre la plaza Maria Cristina y la calle Entença. En 2001, la ATM adjudica por separado dos proyectos: Trambaix y Trambesòs, debido a las reticencias del gobierno del alcalde Clos para ejecutar la parte central.
El trabajo continuo y conjunto de las entidades ha sido decisivo para lograr que el pleno municipal de Barcelona desbloqueara la interconexión de los tranvías, con el apoyo especial del alcalde Hereu y la alcaldesa Colau.
Desde la PTP hemos sido parte activa de numerosas iniciativas desde finales de los años 90 para la ejecución del proyecto completo, y hemos tenido una participación muy activa en las dos plataformas que más y mejor han trabajado para el convencimiento ciudadano y político de este proyecto: “Diagonal per a Tothom” (2009-2014) y “Unim els tramvies” (2017).
Durante estos años, estas plataformas han realizado múltiples esfuerzos de sensibilización y promoción de la reconversión de la Diagonal, entre los cuales se incluyen la demostración de la capacidad del tranvía en doble composición en comparación con el vehículo privado y los autobuses en las intersecciones semaforizadas en el año 2017, o la manifestación con la asistencia de más de 1.000 personas organizada en el año 2018.
Además, los estudios de la PTP anticiparon el coste-beneficio favorable para la unión de Trambaix y Trambesòs en 2005, así como la sección tipo más eficiente para integrar el tranvía en la Diagonal en 2009, que finalmente ha sido la implantada entre Marina y Verdaguer.
Pocos proyectos de transporte sostenible han tenido una acción reivindicativa tan constante, a pesar de la falta de apoyos políticos durante muchos años. Sin estos apoyos, es muy posible que la dinámica institucional hubiera hecho caer el proyecto en el olvido.
Un tramo que se ha construido sin catenaria.
Uno de los aspectos característicos del tramo entre Glòries y Verdaguer que se inaugura hoy es su construcción sin catenaria, sino con tercer raíl o alimentación por el suelo (el llamado «APS»), a diferencia del resto de la red de Trambaix y Trambesòs, lo cual responde a una motivación puramente estética. Desde la PTP siempre hemos defendido que esta no era la solución idónea, por ser más cara y no aportar ventajas desde el punto de vista del transporte. Consideramos que la catenaria puede integrarse perfectamente en el paisaje urbano y sabemos que supone un menor coste, mayor fiabilidad y menor consumo energético que cualquier otra solución. No obstante, una vez instalado el APS, vemos importante potenciar esfuerzos para hacer que este sistema sea capaz de recuperar la energía de las frenadas, tal como sucede con la catenaria, y hacerlo interoperable con otros proveedores de tranvías, para evitar monopolios.
Transporte público y reforma urbana
Este proyecto también ha sido un ejemplo de la relación crucial entre la mejora del transporte público y la renovación urbana de la ciudad. En el ámbito de la Diagonal, la implantación del tranvía ha ido acompañada de la pacificación de la calle, el aumento de espacio para el peatón, la creación de un carril bici de calidad y el incremento de áreas verdes, siendo un muy buen ejemplo de relación simbiótica entre el transporte público, la movilidad activa y la calidad urbana.
En cambio, el diseño escogido en la plaza de las Glòries no ha tenido suficientemente en cuenta las necesidades del transporte público en superficie y ha relegado el tranvía a un lateral de la plaza, obligándolo a hacer zigzags y a tener más puntos de conflicto con los peatones. Esto penaliza el tiempo de viaje para cruzar la plaza y perjudica el servicio que el transporte público puede ofrecer a la ciudadanía.
Un éxito más, pero que no sea el último.
Además de divulgar los beneficios sociales y ambientales del proyecto, debemos mantener una actitud vigilante con la administración pública, tanto para completar el proyecto en el tramo que falta (Verdaguer – Francesc Macià), como para evitar el recorrido tortuoso sin prácticamente beneficios que el Ayuntamiento propone en la parte norte de Glòries. También es importante lograr el paso por Laureà Miró en Esplugues, que permitirá una conexión más rápida desde los municipios del Baix Llobregat, así como la ejecución de las ampliaciones en ambos extremos.
Además, también es necesario empezar a plantear, a medio y largo plazo, la necesidad de transformar otros grandes corredores de la ciudad, como la Gran Vía, tal y como se ha hecho con la Diagonal.
Es, pues, hoy un día de enhorabuena histórica para el transporte público del área metropolitana de Barcelona, pero nos quedan muchas luchas para que la buena noticia sea completa.
No podemos olvidar que hoy también es un día de esperanza para nuestros compañeros y compañeras del área metropolitana de Valencia, ya que se restablece el servicio de tranvía de Valencia, uno de los muchos servicios que quedaron afectados por las terribles inundaciones de la DANA. Además, cabe recordar que Valencia fue la primera ciudad del Estado español en recuperar el tranvía en su versión moderna, en el año 1994.