El soterramiento de las vías del tren en St. Feliu de Llobregat y Montcada i Reixac es una de las principales actuaciones en términos de inversión económica por el Ministerio de Transportes que se prevén
En este contexto de obras, la existencia de intercambiadores entre la línea R8 (Granollers-Martorell) y FGC (Metro del Vallès) serían una buena alternativa para desestresar los servicios alternativos cuando existen cortes en puntos críticos de la red.
Las entidades Promoción del Transporte Público y Asociación femVallès advertimos al Departamento de Territorio de la Generalitat y al Ministerio de Movilidad de la urgencia para desarrollar los intercambiadores ferroviarios de St. Cugat del Vallès. Estos nodos son históricamente reivindicados por el territorio, dada su importancia a efectos de red, no solo por la vertebración del Vallès, sino también como una alternativa más para acceder a Barcelona cuando los principales accesos quedan afectados por obras.
Las obras previstas en St. Feliu de Llobregat y Montcada i Reixac para soterrar las vías ponen sobre la mesa la debilidad de la radialidad de la red de tren en la Región de Barcelona. Falta malla, robustez y resiliencia en el sistema ferroviario. Los posibles cortes causarán afectación a los miles de personas que entran y salen todos los días de la capital a través del R2 y el R4, como se está poniendo de manifiesto actualmente con el corte de la línea R2 y R11 en St. Andrés a causa de las obras de la Sagrera.
Los problemas derivados por obras en la red, si bien entendemos que son inevitables, cortarán la conexión de Rodalies entre la capital y los corredores de Granollers y Martorell. El servicio sustitutorio de autobús seguramente no será suficiente para dar una respuesta proporcional a la demanda de estos corredores, y las alternativas en la R4 (norte) y FGC Llobregat supondrán un incremento de tiempo (ver tabla adjunta en el anexo) por a los usuarios. Por este motivo, acelerar la construcción de los intercambiadores en Sant Cugat del Vallès sería una solución estructural de red que, además, permitiría ofrecer una alternativa a los ciudadanos cuando las vías de acceso queden afectadas por obras. Si bien la solución sigue siendo más lenta para llegar al centro de Barcelona, sí sería más rápida para llegar al ámbito de Sarrià-Sant Gervasi (estructuralmente) y de Gràcia (en períodos de obras)
Además de la construcción de los intercambiadores de St. Cugat/Rubí, la PTP y femVallès consideramos que la línea R8 debe tener intercambiadores en Barberà y en Santa Perpètua de Mogoda. En Barberà la R8 enlazaría con la línea R4 creando el intercambiador de Río Seco, y en Santa Perpètua-Riera de Caldes enlazaría con la R3. Si estos intercambiadores estuvieran en funcionamiento la línea R8, realizaría una función distribuidora desde Granollers a Martorell. La red de Rodalies ganaría así resiliencia, también frente a futuros cortes y obras.
PTP y femVallès instamos a agilizar los proyectos de intercambiadores en el Vallès, especialmente los de Volpelleres y Hospital General, entendiendo que son medidas prioritarias ante los previstos cortes.
La actuación tendría enormes beneficios en la movilidad del Vallès más allá de reducir las afectaciones por obras en los accesos a Barcelona: permitirían aumentar considerablemente la demanda de transporte público también en los desplazamientos internos al Vallès. Con los cortes a norte y sur de Barcelona estos intercambiadores se muestran ahora como la mejor solución para disminuir la indignación social frente a los cortes y retrasos constantes de Rodalies. Una actuación reclamada desde hace 9 años por la Asociación femVallès y la PTP.
Comparación del tiempo de viaje con diferentes escenarios. Tiempo de viaje expresado en minutos y contando con tiempo para transbordo.