La simultaneidad de obras en la línea de Rodalies R4 entre Barcelona y Vilafranca del Penedès hace que los tiempos de viaje esté aumentando de forma inasumible por los usuarios, pasando de 1 hora a más de 2 horas de trayecto en muchos casos.
Esto, sumado a la falta de información real sobre la planificación de las obras y sus afectaciones, está expulsando a los usuarios del ferrocarril hacia la carretera.
El 2018 empezaron las obras para la implantación del ancho internacional en el tramo Castellbisbal – San Vicente de Calders del Corredor Mediterráneo, consistentes en la implantación de un tercer carril para que por la misma vía puedan circular trenes con los dos anchos (ibérico de 1668 mm e internacional o estándar de 1435 mm). Fue el inicio de una retahíla de obras en la línea R4 Sur, muchas de las cuales, después de 5 años, todavía continúan de forma simultánea: actualmente continúan en marcha las obras en el tramo de Martorell a Castellbisbal, las obras del soterramiento de Sant Feliu de Llobregat y la adaptación del entorno de la Granada por el amplio estándar del Corredor Mediterráneo y reforma de la estación. Estas obras han comportado y comportan múltiples tramos de vía única e incluso cortes totales de línea durante varios períodos, como actualmente ocurre entre Sant Sadurní d’Anoia y Castellbisbal. Durante estos 5 años también se ha reformado la estación de Vilafranca del Penedès, donde además se han construido dos nuevas vías de apartador, y la estación de Molins de Rei, con las obras todavía en curso.
En primer lugar, cabe decir que encontramos positivo que el Ministerio de Transportes (MITMA) esté invirtiendo para mejorar la infraestructura de la línea R4 Sur después de décadas con una inversión prácticamente nula. Ahora bien, la simultaneidad en el tiempo de diversas obras y su larga duración está comportando importantes perjuicios para los usuarios del tren en el Penedès. Además, nos encontramos con queel calendario de muchas obras no se está cumpliendo, con importantes demoras respecto a la previsión de duración anunciada inicialmente. Ejemplo de ello son las obras en el tramo Martorell – Castellbisbal, que empezaron en abril de 2022 y debían terminar en febrero de 2023. A día de hoy, estas obras aún duran y continúa la vía única en este tramo: de momento, pues, llevamos 5 meses de retraso. También el cierre de la estación de la Granada inicialmente se había anunciado que sería del 6 de marzo al 21 de mayo de este año y actualmente sigue cerrada y con vía única. La última información oficial fue que estaría cerrada hasta el 3 de septiembre pero en los últimos horarios publicados ya pone que Granada no tendrá servicio hasta el 8 de octubre. Es decir, 4 meses más de lo anunciado inicialmente. Este repetido incumplimiento de los calendarios anunciado por Adif sólo puede ser producido por incompetencia en la planificación de las obras o por un engaño deliberado a la ciudadanía por parte del MITMA. Sea una cosa u otra es inaceptable.
Si de forma habitual el trayecto entre Vilafranca del Penedès y Barcelona – Plaça Catalunya se cubría en aproximadamente una hora, con el cambio de horarios de febrero de 2023 el mismo trayecto se hacía oficialmente en 1h y 11 minutos, aunque el tiempo real solía oscilar entre 1h y 20min y 1h y 30 minutos. Esto es producido por las vías únicas y también por priorizar trenes de mercancías sobre Rodalies. Esto significa un aumento de viaje de más de 20 minutos. Este tiempo de viaje hace poco competitivo el tren respecto a la carretera. Ahora bien, con el corte de este agosto entre Sant Sadurní d’Anoia y Castellbisbal (que del 14 al 17 de agosto se ampliará hasta Molins de Rei)nos encontramos con que el trayecto entre la capital del Alt Penedès y Barcelona se hace en 2 horas o incluso más. Varios usuarios nos han hecho llegar que los buses directos entre Castellbisbal y Sant Sadurní d’Anoia se llenan en determinados horarios, obligando a tomar el bus que para en Martorell y Gelida, lo que incrementa el tiempo de viaje unos 40-50 minutos adicionales respecto al bus del directo, ya que además del tiempo extra para realizar las paradas una vez llega a Sant Sadurní no está enlazado con el horario del tren, debiendo esperar 20-25 minutos en la estación. Esto hace que puedas llegar a necesitar más de dos horas y media para realizar el trayecto entre Barcelona y Vilafranca, lo que convierte el viaje en un auténtico calvario para los usuarios.
Al aumento de tiempo de viaje hay que sumarle que en abril del año pasado recortaron los horarios y el último tren los días laborables de Barcelona – Pl. Cataluña en Vilafranca y Sant Vicenç de Calders pasó a ser de las 23:14 a las 22:17, y los fines de semana y festivos, de 23:13 a 21:47. El primer bus nocturno de la línea N30 (BCN – Vilanova – Vilafranca) está a las 0:45 y el primer bus de la línea N42 (BCN – St. Sadurní – Vilafranca) está a las 1:15. Esto significa que se queda una franja de 3 horas sin ningún servicio de transporte público entre Barcelona y el Penedès, desincentivando los desplazamientos en transporte público a Barcelona por motivos de ocio.
Para reducir las afectaciones que están produciendo las obras actuales y futuras en la línea, proponemos una serie de mejoras:
- Aumento de la flota de autocares destinada a cubrir el trayecto directo entre Sant Sadurní y Castellbisbal (a partir del día 14 de agosto hasta Molins). Se debe garantizar que todo el mundo que vaya en el tren tenga lugar en los autocares.
- Aumento de frecuencias de la línea de bus exprés e6 Barcelona – Vilafranca y e18 Barcelona – Sant Sadurní. Actualmente, estas líneas representan la forma más rápida y cómoda de ir a Barcelona desde Vilafranca y St. Sadurní. Se potenciarán de forma estable mientras la línea R4 Sur esté en precario debido a las obras que limitan su capacidad. Este aumento de frecuencias no sólo debe ser en las horas punta de los días laborables, sino también los fines de semana, ya que actualmente, los sábados y festivos estas líneas de bus tienen unos horarios testimoniales y no son alternativa al tren.
- Mantener de forma permanente la frecuencia de 2 trenes por hora y sentido entre Vilafranca y Sant Vicenç de Calders. Este aumento de un tren por hora a 2 trenes permite compensar en parte los aumentos de tiempo de viaje a los usuarios del Baix Penedès. Además, permitiría reducir los tiempos de espera en los transbordos entre la línea R4, el R2 y las líneas del Camp de Tarragona, Terres de l’Ebre y Lleida. Esto potenciaría el efecto red.
- Que Rodalies recupere los últimos trenes del día entre Barcelona y Sant Vicenç de Calders o que la Generalitat amplíe las frecuencias de las líneas de bus nocturno que dan servicio al Alt Penedès con nuevas expediciones a las 11 y las 12 de la noche.
- Información real de las obras y afectaciones por parte del MITMA. Se debe dar a la ciudadanía una información real y fiable sobre las obras, sus afectaciones y alternativas de transporte. También debería informarse de qué mejoras habrá en el servicio una vez se completen las obras.