El vehículo privado es el más rápido a la hora de desplazarse por el Camp de Tarragona, pero también el de mayor emisiones y mayor coste económico
Esperamos que próximamente el tranvía también pueda participar de la carrera.
Por décimo año consecutivo, la PTP celebra la carrera de transportes del Camp de Tarragona. Este año hemos contado con la participación de 11 municipios, que han ido llegando paulatinamente al lugar de encuentro: Estación de tren de Vila-seca.
La carrera de transportes de este año, en su voluntad por analizar diferentes modos de transporte, ha partido de diferentes localidades del área del Camp de Tarragona. Desde hace ya un tiempo, desde la PTP hemos reivindicado la necesidad de seguir luchando por el ferrocarril en esta área. Hoy, con la carrera de transportes, lo hemos seguido haciendo.
Hemos puesto a prueba la competitividad del ferrocarril. Queríamos demostrar, a partir de una simulación, cómo el TramCamp es la mejor solución para la movilidad de los municipios.
El TramCamp ha estado a partir de los tiempos de recorrido disponibles en el Estudio Informativo de la 2a fase del Tramcamp. A partir de este valor, se ha sumado 7 minutos y 30 segundos, correspondiente a la mitad del intervalo previsto, y el tiempo de acceso desde el punto de origen hasta la ubicación de la estación más cercana. El tiempo de salida desde la estación hasta el punto exacto de llegada se ha supuesto nulo.
En todos los casos, el medio más rápido fue el vehículo privado. Sin embargo, la carrera de transportes de la PTP no analiza sólo quién es el más rápido a su llegada, sino también quién nos supone un menor coste o un menor impacto ambiental. Es en estos términos que el transporte público es más competitivo: el autobús y, en especial, el ferrocarril son más económicos y tienen un impacto ambiental mucho menor. Por último, la movilidad activa no tiene emisiones y el coste económico es prácticamente nulo, si bien el tiempo invertido es muy superior o, debido a la falta de infraestructura dedicada a la movilidad activa a nivel interurbano, se hace muy difícil realizar la carrera en estos modos.
¿Ir en coche es siempre más barato?
Cuando se habla de costes, a menudo sólo se piensa en el importe directo invertido en el viaje, como la gasolina o el billete del transporte público. Sin embargo, a la hora de calcular los costes reales, es necesario tener en cuenta otros factores. El ejemplo más claro es el del coche o la moto: deben considerarse los costes de adquisición, mantenimiento, reparaciones, impuestos y seguros, además del consumo de combustible y gastos variables como el aparcamiento.
Teniendo esto en cuenta, podemos llegar a comprobar que un coche puede tener un coste aproximado de 4.000 € cada año. Si lo comparamos con el coste del transporte público, el coche pierde estrepitosamente.
El coste energético del transporte público se reparte entre todos los usuarios
El transporte privado emite grandes cantidades de contaminantes, siendo este impacto más notable cuando se tiene en cuenta su capacidad limitada, ya que pueden transportar sólo un pequeño número de personas (máximo 5 a 7, con una ocupación media de 1,18) personas). Por otra parte, el transporte público como autobuses, tranvías y metro tienen una capacidad mucho mayor, que oscila entre 70 y 350 personas (con una media de 20% de ocupación), lo que permite repartir las emisiones entre más pasajeros y reducir el gasto energético y las emisiones por persona.
Si vamos a mínimos, los vehículos más sostenibles son aquéllos que no necesitan motor, como las bicicletas o monopatines, pero no siempre nos permiten salvar grandes distancias. Por eso tenemos el ferrocarril, el cual es un transporte de emisiones cero (sin incluir fabricación, mantenimiento y desguace) ya que se trata de un medio de transporte electrificado.
Por tanto, es fácil ver que el transporte privado tiene un impacto ambiental mayor debido a las emisiones contaminantes, y el transporte público es más sostenible gracias a su mayor capacidad para transportar a más personas y distribuir las emisiones entre ellas.